La cirugía metabólica es la aplicación de las técnicas quirúrgicas utilizadas en la cirugía Bariátrica o cirugía de la obesidad a pacientes con obesidad leve (Indice de Masa Corporal (IMC) de 30 a 35)   y obesidad severa (IMC 35 a 40), que padecen diabetes Mellitus tipo II y que no logran alcanzar los niveles deseados de glucemia (azúcar en sangre) a pesar de un correcto tratamiento médico (medicamentos, dieta, y ejercicio físico).  

Ocasionalmente cuando un paciente obeso acudía a consulta con su médico se encontraba el hallazgo de que sufría de Diabetes Mellitus tipo 2 o “no dependiente de insulina”. Una concepción general era que la diabetes era causada por la obesidad y que una vez que el paciente tuviera una reducción considerable de su peso, debía de resolverse la diabetes.

La diabetes Mellitus consiste en un aumento del nivel de la glucosa en la sangre en ayunas y que requiere de una dieta baja en calorías y usualmente un medicamento para ayudar a bajar los niveles de azúcar en sangre. La causa fundamental, una producción deficiente de insulina para “quemar” los carbohidratos o una resistencia a la insulina, un hallazgo frecuente en el paciente obeso. Entre el individuo normal y el diabético, existe el que tiene una intolerancia a la glucosa pues muestra niveles elevados de glucosa en sangre pero no los suficientemente alto como para considerar el diagnostico de diabetes. Estos pacientes se pueden manejar con dieta pero se les advierte que en un futuro pueden desarrollar la enfermedad florida con todas sus complicaciones.

Desde hace mas de 30 años se esta realizando la cirugía para corregir la obesidad. Es interesante saber que los pacientes obesos-diabéticos que se operaban de bypass gástrico, mostraban una curación de su diabetes en un porcentaje que oscila entre el 85 al 95%. Siempre se considero la tesis que la diabetes se curaba al bajar de peso y reducir el consumo de alimentos ricos en calorías. Pero, desde hace unos años, los investigadores notaron que los pacientes mejoraban radicalmente sus niveles de glucosa mucho antes de perder peso, lo cual implicaba que “al modificar el estomago y los intestinos, se había corregido la diabetes”.

El intestino delgado no solamente es un paso obligado de los alimentos y un sitio donde se realiza la digestión. Últimamente, se ha demostrado que el intestino produce una serie de hormonas y de sustancias biológicamente activas y que pueden estimular la secreción de insulina por el páncreas. Una de ellas es el Péptido 1-parecido al glucagon (GLP-1 por sus siglas en ingles). Este péptido se produce por las células L, en la parte final del intestino delgado llamado ileon. Su mayor estímulo son los nutrientes sobre todo los carbohidratos y su liberación activa la secreción y producción de insulina así como la proliferación de las células beta del páncreas, responsables de producir insulina. Otro péptido es el Polipéptido insulinotrópico dependiente de glucosa (GIP por sus siglas en ingles). Este péptido se encuentra en las primeras porciones del intestino delgado, usualmente el duodeno y los primeros centímetros del yeyuno. Del mismo modo, estimula la producción de insulina del páncreas. Al llegar nutrientes al final del intestino delgado, se estimula la producción de GLP-1 y esta hormona aumenta la producción de insulina por el páncreas. Esto es factible en pacientes obesos o de peso normal.

Los últimos estudios han mostrado que al realizar las cirugías que usualmente se llevan a cabo en obesos, se altera el transito de los alimentos por el intestino aumentando la cantidad y calidad de los nutrientes que llegan al ileon y por lo tanto, incrementando la cantidad de GLP-1 que se produce y mejorando o curando la diabetes. Ya existen investigadores en todo el mundo que realizan una cirugía de “reorganización gastrointestinal” para resolver problemas metabólicos como colesterol, triglicéridos y glucosa elevada con casi un 100% de buenos resultados. En estos casos, los pacientes no han sido obesos mórbidos sino discretamente en sobrepeso. Lo mejor de todo esto, es que la cirugía se realiza en forma laparoscópica, con 5 pequeños orificios y sin la necesidad de una gran herida en el abdomen. Para un cirujano laparoscopista que acostumbra realizar empates intestinales y gastrointestinales, este procedimiento no es difícil de realizar.
 

A pesar que existen procedimientos descritos en la literatura para curar la diabetes mellitus, el Bypass Gástrico ha sido para nosotros, el procedimiento de elección. En nuestras manos, la tasa de curación de la diabetes tipo 2 es de mas del 90% y estos resultados se mantienen por mas de 5 años. Del mismo modo, los pacientes con dislipidemias (aumento del colesterol y/o triglicéridos) resuelven sus problemas metabólicos en mas del 80% de los casos. Desde hace mas de 10 años, estamos operando diabéticos con obesidades discretas (tipo 1) o incluso en sobrepeso, y les estamos realizando derivaciones gástricas con excelentes resultados.